jueves, 4 de noviembre de 2010

LOS DECIMALES

El ser humano aún tiene un largo camino para establecer el dominio de sus propias facultades. No podemos caer en el peligroso facilismo de subordinarnos a la máquina. La evolución acelerada de la ciencia y técnica nos obliga a tratar con especial cuidado la salud física y mental del ser humano, sobre todo en lo concerniente al desarrollo evolutivo de su capacidad intelectual que está en nuestras manos.  Al ser preciso informamos sobre el ejercicio de la inteligencia, el desarrollo del pensamiento y la elaboración de conceptos, fue necesario conocer el resultado logrado por otros investigadores en tareas similares. Lo que permitió que analizáramos innumerables publicaciones y obtener de ellas valiosos aportes. Es así que fue sorprendente conciliar inquietudes con un gran profesional JEAN PIAGET, la psicología del desarrollo intelectual propuesta por este Psicólogo es el soporte medular de esta investigación. La explosión demográfica plantea un reto muy especial a la educación, la población escolar crece proporcionalmente más rápido que las posibilidades del sistema para preparar educadores, así la atención al educando se hace cada vez más compleja. Sin embargo, no se han elaborado métodos adecuados de control educacional capaces de superar con éxito las múltiples dificultades que debe atender el educador contemporáneo. Los educadores tenemos un problema común, el desarrollo de las aptitudes y actitudes para lograr un hombre sano y mentalmente equilibrado dentro de un entorno poco favorable. Esta circunstancia al interior de la problemática metodológica y de una didáctica que optimice la productividad educativa, propició la búsqueda de detección de las deficiencias para su debida atención y solución. Las metodologías tradicionales tienden a desaparecer, porque fomentan en demasía la mecanización y el memorismo, para dar paso a las capacidades de búsqueda, selección, cotejo y producción de la información funcional. Por eso debemos tomar en cuenta los siguientes puntos:  Interacción con el mundo físico, hacer ver a los alumnos cómo la utilización de las unidades de tiempo exactas nos posibilitan una mejor comprensión de hechos cotidianos de la realidad. Aprender a aprender es recordar a los alumnos que ya conocían de cursos anteriores algunos conceptos sobre los decimales los números decimales, y que los avances que van a realizar en esta unidad se sustentan en los conocimientos ya adquiridos. Competencia cultural y artística consiste en llamar la atención sobre la importancia de realizar de manera correcta y limpia las representaciones gráficas de las unidades decimales.
Tratamiento de la información es  mostrar cómo cada unidad decimal podemos expresarla de diferentes formas (gráfica, número decimal y fracción) y que todas ellas representan lo mismo; además de los términos matemáticos, en el lenguaje matemático existen otros signos que nos proporcionan información. Indicar que los signos > y < pertenecen a esta categoría. La Competencia lingüística es dejar clara la importancia de utilizar con corrección los términos del lenguaje matemático asociados a los números decimales a la hora de trabajar con ellos. Señalar la importancia de conocer bien las expresiones decimales de las cantidades de dinero y de llevar a cabo siempre un consumo responsable y adecuado a nuestras necesidades. A partir de la actividad propuesta en Eres capaz de ... dialogar con los alumnos sobre la importancia de saber comparar para elegir la opción que más conveniente nos resulte. Mostrar cómo las Matemáticas nos ayudan a actuar de forma autónoma y animarles a utilizarlas con iniciativa en distintas situaciones reales. Insistir en la importancia de realizar un detallado análisis de los problemas antes de ponerse a calcular. Animarles a enfrentarse a los problemas con confianza e iniciativa y a utilizar las estrategias matemáticas que conocen. Valorar los logros que vayan consiguiendo.
Sin embargo, no fue Viète, sino el flamenco Simon Stevin, quien en 1585 acometió la tarea de explicarlas con todo detalle y de una manera muy elemental, el verdadero propagador de la utilización de fracciones decimales.En 1616, en la traducción al inglés de una obra del escocés John Napier(1550-1617), las fracciones decimales aparecen tal como las escribimos hoy, con un punto decimal para separar la parte entera de la fraccionaria. Napier propuso un punto o una coma como signo de separación decimal: el punto decimal se consagró en países anglosajones, pero en muchos otros países europeos como por ejemplo España, se continúa utilizando la coma decimal.


EJEMPLO: